Carolina Calvo comentó que hace veinte días les quitaron el alambrado perimetral, tras un intento por ingresar a su campo.
La vecina recordó que el 30 de diciembre quisieron expropiar el terreno sin haber notificado a la familia. Aseguró que la intención de la policía era llevarlas presas a ella y su hermana.
«La planta recicladora es una guarida de perros, porque no funciona». Así lo dijo Carolina Calvo, propietaria del terreno expropiado, al criticar el accionar del municipio ante esta situación.
Aseguró que la planta está desocupada, y que hay un daño ambiental «inmenso» para la ciudad.