El Senado aprobó la Ley que la distingue como patrimonio cultural de personas sordas.
«Es el acceso de una comunidad a la participación ciudadana plena», consideró Sandra Amor, docente de la cátedra Lengua de Señas del Profesorado en Educación Especial.
Destacó que la aprobación de esta normativa instala a la lengua de señas como una herramienta más de inclusión.